lunes, 6 de mayo de 2013

Microrrelato 163 - Tras una pantalla


"No te preocupes, estoy bien", tecleó. Y entonces pulsó enviar, mientras sus ojos se inundaban de sueños rotos. Qué sencillo era mentir así; presionando únicamente una tecla. Casi podía entender que a ella le hubiese resultado tan fácil.




2 comentarios:

  1. Te dije que ella no te llegaba ni a la suela de los talones.

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  2. Fascinante, como siempre.

    En parte es porque siento debilidad por las historias dramáticas que nunca salen bien.

    La gente muchas veces tiene un concepto equivocado del amor. La mayoría de las personas se pega la vida besando ranas esperando que se conviertan en príncipes azules sin saber que quizás su media naranja sea ese anfibio y no esa persona en la que quieren que se convierta.

    De todas formas ¿hasta qué punto mentimos por no contar con los demás y hasta qué punto lo hacemos para que nosotros mismos nos creamos una falsa realidad?

    Un saludo ;) y remarco que, estupendísimo, como siempre.

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