Si yo escribiese sobre mis sentimientos tú podrías leerme la
vida. En vez de eso, juego.
Juego a poner la soledad en las manos de alguien sin rostro
—quizás seas tú— y lo convierto en un suicida.
Me invento a un hombre mayor, influenciable, casado —valga
la redundancia—, con hijos, y un par de manos sudorosas. Añado un secuestro y
lo aderezo con una apuesta macabra.
Pongo una mirada —una de esas que enamoran— entre dos
individuos anónimos de andenes enfrentados y les construyo dos destinos
separados; me ensaño en la distancia.
¿Me ves? ¿Me ves entre las letras?
Tal vez soy la luz que asoma al final del túnel. O el chico
que se sienta distraído, leyendo el Marca. Quizás soy el tipo solitario. O
puede que el hombre que se seca las manos en los vaqueros y empuja a alguien a
las vías justo delante del tren.
Si lo piensas no es tan malo.
Un padre ha salvado a sus hijos. El suicida encontró lo que
buscaba entre las vías. Los dueños de la mirada tienen una excusa para no coger
el tren; incluso, para encontrarse en uno de los andenes; para conversar sobre lo
ocurrido en torno a una taza de café caliente.
¿Me encuentras ya?
Puede que no esté allí, o que sea cada uno de ellos.
Puede que hasta consigas leerme la vida.
Un resultado muy digno de un genio.
ResponderEliminarSupongo que podría decirse que sufro alienación cuando leo tus textos, en la mención de que durante un instante me olvido de quién soy para ser quizás la suicida, o uno de los enamorados, o el conductor del tren...
Muy buen texto. Un saludo ;)
Bonito relato!
ResponderEliminarSaludos.
Precioso.
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=umagZEtwmsg
aquí estoy dándome una vuelta por la blogoteca, solo por leer este micro ha merecido la pena, es estupendo. te votaré, y dejaré mi URL, es http://alejandrovargassanchez.blogspot.com, tb escribo micros, aunque los rimo, como si fueran poemas en prosa. un saludo
ResponderEliminarExcelente!
ResponderEliminarBesos.
Muy bueno Alejandro,jajajaja. No te voy a denunciar por este delito por me ha encantado que lo hayas hecho. Un saludo
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