Le brillaban los ojos cuando terminó su historia. "¿A quién no le ha destruido nunca una mujer?", dije entonces, encogiéndome de hombros. Y allí por donde paseé la vista tropecé con sonrisas cómplices y miradas hundidas bajo el peso de los recuerdos.
Bienvenido a casa :)
ResponderEliminarDile a tu musa que la próxima vez que desaparezca iré yo a buscarla y no le va a gustar.
ResponderEliminarLas mujeres somos el veneno del mundo. Por eso bebo, para olvidar xD
ResponderEliminarQuizá lo mejor es eso, que ya estáis vacunados. Y lo peor, que volvéis, "manipulados" por vuestro instinto animal
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