Y allí estaba, con la boca abierta y la mirada perdida
mientras el forense abría las bolsas y dejaba al descubierto los cadáveres de
su familia; ciertamente sorprendido. No por lo impactante o inesperado de la
noticia, sino porque, en aquel mismo instante, descubrió que no le importaba.
Desalmado.
ResponderEliminarCreo que es el resumen de todo.
Un saludo ;)