En el día de su cumpleaños hicieron llamar al mejor músico del reino para que tocase su mejor pieza ante la princesa. La melodía era tan maravillosa y el instrumentista tan virtuoso que la música conmovió a la joven, y las lágrimas inundaron sus ojos hasta desbordarse con un parpadeo. El músico palideció al instante. Porque hasta en el rincón más recóndito del reino se había oído hablar de la agónica muerte que aguardaba a todo aquel que hiciese llorar a la princesa.
Acojonante.
ResponderEliminarNi todo el que tiene espada sabe esgrimirla con maestría, ni todo el que conoce las letras sabe colocarlas con destreza.
ResponderEliminarDesconozco lo primero, mas lo segundo es obvio.
Un don harto extraño.
Un puñado de palabras que suenan como la mejor de las sinfonías.
Capaz de todo.
Es genial. He encontrado este micro buscando inspiración pare este mes de princesas por este blog concurso http://estanochetecuento.blogspot.com.es Echa un vistazo si te apetece. Un saludo
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